El entrenamiento autoinstruccional es una técnica cognitiva de cambio de comportamiento en la que se modifican las autoverbalizaciones (verbalizaciones internas o pensamientos) que un sujeto realiza ante cualquier tarea o problema, sustituyéndolas por otras que, en general, son más útiles para llevar a cabo dicha tarea.
Los psicólogos utilizamos esta técnica en niños con problemas de impulsividad ( T.D.A.H.), falta de autocontrol o dificultades de aprendizaje.
El objetivo es que el sujeto introduzca inicialmente un cambio en sus autoverbalizaciones para que, finalmente, se modifique su comportamiento manifiesto. Hay que señalar que las instrucciones no se refieren a todas las cogniciones en términos de “lenguaje interno” sino a las verbalizaciones internas que acompañan a la actividad del sujeto y que pueden estorbar o regular en forma adecuada la actividad o tarea a realizar (“he de hacerlo más despacio”, he de empezar por…”). Es interesante su uso en el aprendizaje en matemáticas del procedimiento en las operaciones (suma, resta, división, etc…) y en las áreas de planificación visual y espacial.
Lo que el modelo trata de enseñar al niño a través de estas instrucciones puede concretarse en:
1º- Definir el Problema: ¿Qué tengo que hacer?
2º- Guía de la Respuesta: ¿Cómo tengo que hacerlo? (despacio, anoto aquí, me llevo….).
3º- Autorrefuerzo: Lo estoy haciendo bastante bien.
4º- Autocorrección: En el caso de que no se alcance el objetivo propuesto, afrontar el error (si cometo un error puedo continuar. Iré más despacio.
Fuente: Guia práctica para educadores. Fundación ADANA.