El proyecto Binding, se está implantando en la enseñanza de la lectura, después de un período largo del dominio del constructivismo.
Proyecto atrayente, ya que en su puesta en escena utiliza programas de ordenador como, por ejemplo el Power Point y cuya secuencia y estructura compartimos, desde el punto de vista del enfoque terapéutico a la patología de la lectoescritura.
Pero, ¿qué hay de nuevo?
Quien analiza la secuencia, se percata de que en realidad se pone en práctica el método sintético de lectura, el cual muchos terapeutas, de años ha, venimos utilizando en las reeducaciones de retardos y dislexias.
Se parte de la letra, de la letra a la sílaba, de la sílaba a la palabra (con significado), y posteriormente, su integración (síntesis).
El proyecto no entra en conflicto con los métodos globales – analíticos y toma el camino, de la evidencia científica, o sea ir por la ruta fonológica.
Esta ruta, tan citada y analizada por los autores Fernando Cuetos, Jesús Alegría y Máximo Etchepareborda, constituye el núcleo del aprendizaje de la lectura.
¿Basado en qué?
Basado en la fonología, incorporada en sus niveles básicos por el niño hacia sus 5 años de edad, automáticamente y que, en este momento del aprendizaje instrumental, debe hacer consciente cognitivamente, constituyéndose objeto de pensamiento.
Recordemos: la lectura y la escritura son herramientas, aprendizajes instrumentales artificiales. Sin este aprendizaje, no se descodifica el mensaje escrito ni se codifica con la escritura.
Las “notas de pronunciación” del proyecto en cuestión, hacen referencia al análisis propioceptivo, indispensable para unir sonido y grafía y así, descodificar.
Consultar el capítulo “La estimulación y educación auditiva en el medio escolar” E.Herrera en la obra “La percepción auditiva un enfoque transversal” de I. Bustos Editorial ICCE – 2001. (Ver capítulo)
No basta tener en cuenta el punto y órgano de articulación, sino también si el sonido es sonoro – sordo, corto – largo, nasal – oral, oclusivo, fricativo, africado, lateral o vibrante (rasgos fonológicos).
Esto, el logopeda lo domina muy bien, de ahí que sea el profesional adecuado para hacer frente a la reeducación y reconducción de un niño con déficit de lectoescritura.
¿Lectura en voz alta?
¡Claro que si! La mecánica lectora y expresiva se adquiere a través de la autoescucha, además de la escucha de sus iguales o del modelo dado por el maestro.
Su propio feedbak es fundamental en la diferenciación e integración (vía auditivo – vocal).
¿Estamos ante conceptos nuevos?
NO! Lo de toda la vida, con formato moderno y atractivo a través de imágenes en pantalla.
Es de valorar el sistema de control al alumno, personalizado del proceso lector y su evolución, así como la demanda de la implicación de la familia.
Estamos seguros que muchos maestros y logopedas ya ponían y ponen en práctica estos principios, que en este proyecto se encuentra organizado en un paquete compacto.