Avances en el estudio sobre percepción y orientación espacial.

Los trastornos viso-espaciales constituyen patologías que tratamos en nuestro Centro, diagnosticándolas e interviniendo terapéuticamente, ya que suelen encontrarse en dificultades de aprendizaje y en deterioro cognitivo (memoria, pensamiento, planificación). Afectan tanto a niños como a adultos.

Hoy nos hacemos eco de los hallazgos de los Premio Nobel en Medicina 2014, el estadounidense John O’Keefe y el matrimonio noruego May Britt Moser y Edvard I, Moser, al haber descubierto el funcionamiento de las neuronas que nos ubican y orientan en el espacio, cual un GPS interno.

Compartimos información del diario “La Vanguardia” 7/10/2014.

(los destacados son nuestros)

“Los descubrimientos de John O’Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser han resuelto un problema que ha ocupado a filósofos y científicos durante siglos: ¿cómo crea el cerebro un mapa del espacio que nos rodea y cómo podemos abrirnos camino en un entorno complejo?”, ha destacado el Instituto Karolinska, subrayando que “el sentido del lugar y la capacidad de movernos son fundamentales para nuestra existencia”.
O’Keefe descubrió en 1971 el primer componente de este sistema de posicionamiento tras detectar un tipo de célula nerviosa en el hipocampo que siempre estaba activa cuando una rata se encontraba en un determinado lugar en una sala.

Otras células nerviosas eran activadas cuando la rata se encontraba en otros lugares. Esto le permitió llegar a la conclusión de que estas “células de lugar” formaban un mapa de la habitación.

En 2005, el matrimonio Moser, el quinto en ser galardonado con un premio Nobel, descubrió otro componente clave del sistema de posicionamiento del cerebro tras identificar otro tipo de célula nerviosa, que bautizaron como “célula cuadrícula”, que genera un sistema de coordenadas y permite el posicionamiento preciso.

Su investigación posterior, según ha explicado el Instituto Karolinska, mostró cómo las células de lugar y las células cuadrícula permite determinar la posición y navegar a las personas.

El laureado descubrió en 1971 que un tipo de células nerviosas en el hipocampo siempre se activaban cuando una rata se encontraba en un lugar determinado de una habitación y que otras lo hacían cuando el animal estaba en otro punto.
A partir de esta constatación y fascinado por la cuestión de cómo el cerebro controla el comportamiento, planteó que estas “células de lugar” constituyen un mapa interno del entorno.
Durante toda su carrera, O’Keefe ha estudiado el hipocampo y su papel en la memoria espacial y la orientación, cuya pérdida es significativa en trastornos como el Alzheimer.
Su descubrimiento de que el hipocampo contiene neuronas que codifican la localización determinada de un animal le hizo merecedor este año también, junto a Marcus E. Raichle y Brenda Milner, del Premio Kavli de Neurociencia.
May-Britt Moser nació en 1963 en Fosnavåg, Noruega, estudió psicología en la Universidad de Oslo junto a su futuro marido y también premiado hoy con el Nobel, Edvard Moser, y se doctoró en neurofisiología en 1995.

En 2005, más de tres décadas después del hallazgo de O’Keefe, May-Britt y Edvard I. Moser descubrieron “otro componente clave” del sistema de posicionamiento del cerebro, al identificar otras células nerviosas que generaban un sistema coordinado y permitían de forma precisa situarse en el espacio.

O’Keefe y el matrimonio Moser fueron galardonados en 2013 con el Premio Horwitz de la Universidad de Columbia (EE. UU.) por sus trabajo, realizado en animales, que “podría conducir a nuevos tratamientos contra el Alzheimer y otros trastornos neurológicos que podrían afectar a las capacidades espaciales del cerebro”, según dicho centro académico.

Leer más: http://www.lavanguardia.com/vida/20141006/54416793641/nobel-medicina-2014-o-keefe-moser.html#ixzz3FS4b7cEP

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NEUROCIÈNCIA: AL LABERINT DEL CERVELL (4)

– Però què ajuda a aprendre?

El mecanisme que l’evolució ha triat per seleccionar el que emmagatzema la memòria és sobretot l’emoció.

El que ens emociona produeix una activitat fisiològica ràpida de naturalesa neuronal i una de més lenta de naturalesa hormonal que aconsegueix que aquests cògnits estableixin les connexions sinàptiques que contenen amb més força, més estabilitat.

A més, en la investigació hem vist el paper del somni en al memòria. Ve a ser una repetició d’aquesta activitat neuronal que durant el dia permet que formem els cògnits. I el somni pot formar part d’aquest processament d’informació de la part de l’iceberg que no es veu i que dóna lloc a la resposta intuïtiva i la creativitat.

Mendeléiev deia que el descobriment de la taula periòdica se li va ocórrer dormint. I els Beatles també diuen que algunes de les seves millors cançons van ser resultat d’una nit de somnis.

(Ignacio Morgado Catedràtica de Psicobiologia a l’Autònoma de Barcelona)

Article La Vanguardia dilluns 16 de juny de 2014.images (4)

NEUROCIÈNCIA: AL LABERINT DEL CERVELL (3)

– Com aprenem?

“Per associació d’estímuls simultanis o gairebé. Coses a prop en el temps i l’espai tenen la tendència a lligar-se, a facilitar les sinapsis entre elements que les representen.” (Joaquín Fuster)

Ramón i Cajal es va atrevir a postular hipòtesis sobre com podien les neurones allotjar la memòria i va dir que en aprendre emeten brots, espines dendrítiques, que els serveixen per formar connexions amb altres neurones. Així es forma el cògnit. Borges té un conte que és Funes, el memorioso. Un individu que ho recordava tot. Però aquesta memòria és un infern, perquè els cògnits s’interfereixen contínuament amb gran quantitat d’informació. La memòria biològica és promiscua, els cògnits estan entremesclats, i per això moltes vegades oblidem o confonem unes coses amb d’altres. En activar una xarxa paral·leles amb altres records, i això fa que de vegades confonguis uns noms amb altres, unes cares amb altres.”

(Ignacio Morgado Catedràtica de Psicobiologia a l’Autònoma de Barcelona)

Article La Vanguardia dilluns 16 de juny de 2014.

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